Publicado: 26/12/2013 - Actualizado: 29/06/2018
Autor: Josep Masdeu
La Navidad es un periodo que nos la presentan llena de amor y felicidad, pero en realidad NO es una fiesta alegre para todos. Un tercio de las personas temen esta época del año y sufren de depresión navideña. Hay bastantes psicólogos que en estas fechas aumentan su trabajo y se prescriben toda una gama de antidepresivos y semejantes.
Esta depresión estacional, está causada principalmente por la falta de luz y una menor exposición de la piel a los rayos del sol y esto provoca un bajo nivel de vitamina D en la sangre. Cuando el sol está en su apogeo, en verano, sus rayos penetran a través de la retina y ordena al cerebro que pare de fabricar melatonina, que es la hormona que marca las etapas del sueño.
Cuando llega el invierno, esta señal se debilita y por eso nos sentimos más cansados y depresivos en estas fechas. Para combatir la falta de vitamina D, podemos tomar alimentos que la contengan y compaginarlo con un suplemento de esta vitamina durante el invierno. Hay también tratamientos de luz que exponen el cuerpo a una fuente de luz artificial que reproduce la luz natural.
Causas de la depresión navideña: ¿la soledad?
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Para algunos es difícil de pasar por los recuerdos, la soledad en que vivimos, la falta de familia y de amigos y no tienen contacto con nadie. Hay personas que esconden estas situaciones, engañándose ellas mismas, algunas centradas en el trabajo, no se dan cuenta ni sufren por no tener familia, ni amigos, ni vecinos. Algunas parejas, su relación les aporta tanto, que no se dan cuenta que no tienen amigos, compañeros ni buenos vecinos. Y así podemos seguir, seguro que todos conocemos algún caso.
Debemos aprovechar los que podemos estar bien acompañados, la sensación de seguridad que esto nos produce, para acercarnos más a los demás y conocer gente nueva. Porque nadie conoce el futuro y no se sabe si un día no muy lejano. Una persona feliz le será más fácil ser agradable y hacerse amigos, unirse a actividades para ampliar su red social, e incluso encontrar un trabajo satisfactorio con un ambiente profesional sano. Por el contrario, una persona que está aislada, que no tiene contacto con el mundo, tendrá dificultad para rehacer su vida.
La amistad es el bien más preciado en el mundo y debemos hacer lo imposible para salvaguardar la unidad familiar. No podemos pedir a otra persona espíritu de servicio, escucha, paciencia, comprensión, perdón… si nunca hacemos nada nada por él o ella, si no lo escuchamos, somos impacientes, no intentamos comprenderla y si no le perdona nada, debe haber reciprocidad, esto se puede resumir en «No hagamos a los demás lo que no queramos que nos hagan a nosotros» y «Haz a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros».
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Naturópata
En este post sobre la tristeza en fiestas navideñas podéis encontrar otros tips para superar este problema de la depresión navideña. Espero que os sirva!
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