Publicado: 16/02/2010 - Actualizado: 09/03/2016
Autor: Josep Masdeu
La salud se define como el estado natural y éste proviene del equilibrio promovido entre otros por la Naturopatía, entre alimentación, cuerpo y mente. No solo la ausencia de enfermedad implica un buen estado de salud; también es necesario que las necesidades fundamentales de la persona estén cubiertas, entre estas las afectivas, las sanitarias, las alimenticias, las sociales y las culturales.
Para conservar la salud, es necesario vivir en un ambiente tener hábitos y estilos de vida saludables. Influye el sistema sanitario de donde vivimos y también los factores hereditarios.
En los países en vías de desarrollo, la salud empezaría a conseguirse cuando pudieran satisfacerse las necesidades más básicas como alimentación, vivienda, trabajo. Lo que diríamos resolver sus problemas económicos, mientras que en los países desarrollados la salud se consigue previniendo los efectos secundarios de un alto nivel de vida como la obesidad, el tabaco, la depresión, la contaminación, etc.
A raíz de estos determinantes, la Salud Pública debería invertir más en la promoción para que la población adquiriera, mediante una correcta educación, ya desde temprana edad, unos estilos de vida saludables.
Hay unos modelos oficiales que marcan los criterios para definir cuando se está enfermo. De esta forma, “solo se está enfermo, si la enfermedad es identificable médicamente”. Lo relevante es que destaca la existencia de esos criterios médicos que son más estrictos que los existentes para la falta de salud.
Estas definiciones son un tanto abstractas y tienen algunas lagunas por aclarar. Por ejemplo: una persona que no presenta molestias, ni malestar, pero en un análisis obtiene un resultado positivo ¿está sano o no?
La enfermedad implica la existencia de un desequilibrio del sistema orgánico, es por lo tanto una manifestación de la desviación del estado natural.
A veces los síntomas son solamente una manifestación de los mecanismos de reequilibrio que pone en marcha nuestro organismo para mantener o restablecer el estado de salud. Por eso, no siempre es bueno luchar contra la enfermedad, ya que podríamos romper un proceso natural de autocuración.
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La enfermedad es una resistencia al cambio y debemos ser conscientes de qué es lo que ha cambiado en nuestro estilo de vida para provocar el desequilibrio.
¿Qué es salud natural?
Mantener y regular las reacciones curativas naturales que hay en cada persona. Por eso debe haber un tratamiento de las personas más que uno de las enfermedades.
Los tratamientos naturales buscan una respuesta a la enfermedad desde los sistemas de defensa y adaptación de la persona, promoviéndolos, activándolos y potenciándolos. Parte del conocimiento profundo de las reacciones individuales, de su fisiopatología y de la naturaleza interior de la persona.
El buscar ese equilibrio personal no está reñido que en determinados casos hayamos de recurrir a recursos que están en la misma naturaleza pero fuera de la esencia del ser.
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Diferentes casos requieren diferentes soluciones.
Una forma de Salud natural
La medicina naturista se basa en tres principios:
- Aprovechar la tendencia natural del organismo a buscar el equilibrio.
- Promover la salud a través de la higiene, alimentación sana, costumbres saludables.
- Utilizar remedios de origen natural que actúan sobre el organismo como suaves estímulos carentes de efectos secundarios, alimentación, relajación, plantas medicinales, aire, agua, sol…
Trabaje siguiendo estas pautas y podrá ir manteniendo su salud en estado óptimo.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata.
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