Publicado: 03/10/2013 - Actualizado: 09/04/2018
Autor: Josep Masdeu
Para tener una vida feliz y plena, no “deberíamos” preocuparnos. Pero lo hacemos, seguro que nos anticipamos a lo que pasará y esto no nos deja disfrutar el presente, ni nos deja vivir tranquilos.
Cambiemos solo aquello que podamos cambiar
Vamos a relajarnos un poco.
Hagamos una respiración lenta y profunda, llenamos el estómago, después los pulmones, paramos un momento y soltamos el aire con naturalidad. Repetimos esta respiración varias veces, muy lenta y profunda, hasta que notemos que recuperamos la calma y estamos más tranquilos. Podemos hacerlo tantas veces cuanto queramos durante el día y más cuando nos sintamos “desbordados”.
Intentemos mantener el equilibrio interior, procuremos estar contentos y positivos. Si tenemos pensamientos o emociones negativas y esto nos causa, agresividad, irritación o rabia:
- Pensemos en algo agradable que nos haya pasado y sonriamos, aunque nos cueste, nos sentiremos mucho mejor.
- Podemos pensar, puedo calmarme cuando lo necesito, controlo mi vida y mis emociones.
Si es necesario, apartémonos del lugar y relajémonos a solas.
De nosotros depende el cambio y las ganas que pongamos en el empeño nos harán ver y vivir la vida de una manera diferente y satisfactoria.
Las afirmaciones positivas, dan resultado, nos llevaran a actitudes positivas.
Creamos nuestra vida con los pensamientos.
La vida es limitada y el tiempo es corto e irrecuperable.
Debemos organizar y a planificar el tiempo para no desaprovecharlo, para ello no vamos a preocuparnos ni estresarnos por la falta del mismo. Dejemos de preocuparnos por aquello que nunca vamos a poder cambiar.
Tenemos que ser flexibles en la forma de pensar y contemplar todas las opciones.
Organicemos y facilitemos la vida
- Ordenemos nuestro entorno
- Busquemos la sencillez y las cosas prácticas, olvidemos el consumismo
- Reduzcamos la dependencia de la televisión, el coche particular
- Compremos con cordura y cosas que sean útiles
- Comamos más productos integrales y naturales
- Bebamos suficiente agua natural
- Aprendamos a decir No
- No queramos cambiar a los demás, ni complacer a todos, menos a nosotros mismos
- Intentemos hacer aquello que realmente nos gusta
Algunos de estos cambios son más asumibles que otros, pero vamos a poner nuestro empeño en conseguirlo.
Simplificar la vida es hacer que nuestras actividades, casen con lo que queremos, desearlo fuertemente nos ayudará a conseguirlo.
La visualización, consiste en imaginar escenas en la que estamos tranquilos, donde liberamos las tensiones para calmar el estrés.
Hagamos un ejercicio de visualización:
Cerramos los ojos y dejamos que se marchen las preocupaciones. Imaginamos que estamos en un lugar tranquilo y real, donde podamos ver, oír, oler y sentir, estas sensaciones harán que sintamos que estamos en ese lugar, conseguiremos que tanto el cuerpo como la mente descansen de los pensamientos negativos que tenemos y nos sentiremos muy reconfortados
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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