Publicado: 22/08/2010 - Actualizado: 14/04/2016
Autor: Josep Masdeu
Comer en familia promueve que los integrantes adopten una dieta equilibrada y saludable, en especial los adolescentes. Cuando se independizan, con frecuencia los hábitos alimenticios de los jóvenes empeoran; sin embargo, los que comían a menudo con su familia consumieron más frutas y vegetales posteriormente, aunque el nivel no fuera el óptimo.
En general, la interacción de los adolescentes con su familia reporta muchos beneficios psicológicos y sociales; los jóvenes que se relacionan satisfactoriamente con su familia son menos propensos a tener problemas de drogas, trastornos depresivos o desórdenes alimenticios.
El hogar es un contexto apropiado para enseñar hábitos saludables, aunque el estudio mostró que en muchos casos los efectos positivos de la comida en la familia no aparecen sino hasta que el individuo alcanza la edad adulta.
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