Publicado: 16/12/2013 - Actualizado: 08/02/2018
Autor: Josep Masdeu
Morderse las uñas es un hábito que utilizamos para intentar disminuir los efectos de situaciones de estrés, ansiedad, aburrimiento, o miedo. A este acto se le llama onicofagia, no es ninguna enfermedad y se origina generalmente en la infancia y la adolescencia.
El significado de mordernos las Uñas
Es una manera de distraernos en momentos de crisis, que acaba convirtiéndose en un acto reflejo inconsciente y automático, lo que dificulta dejarlo. Morderse las uñas se asimila a otros tics, como agitar una pierna reiteradamente, morderse el labio, pestañear de forma rápida u oler de forma intermitente. Pero, mordernos las uñas, realmente, no nos calma ni el nerviosismo ni la ansiedad, sólo es una costumbre que hemos cogido con el tiempo y es un acto que nos consuela como el chupar el pulgar en los bebés.
Algunos profesionales dicen que también nos mordemos las uñas cuando tenemos que tomar una decisión, en este caso sería una forma de facilitar la concentración mientras realizamos la elección.Pero este problema puede afectar a nuestra salud. El mordisqueo continuo entorpece el crecimiento de las uñas y provoca pequeñas heridas, que se inflaman y causan dolor en el dedo, formándose repelones y verrugas.
Baja autoestima, vergüenza y frustración, son algunas de las consecuencias emocionales que pueden padecer los que se muerden las uñas. En casos más excepcionales puede haber dolor en algunas articulaciones de la mandíbula y cambios en los dientes.
Hemos de saber que ni los castigos, ni la presión, son buenos para actuar sobre los niños y darle demasiada importancia al problema puede provocar el efecto contrario, siendo más difícil solucionarlo. Normas sencillas, destinadas a alejar el hábito de forma progresiva y sin traumas, son bastante más efectivas que las prohibiciones o las reprimendas. Podemos en determinados momentos comer un chicle o mantener las manos ocupadas. Enseñar al niño algunas técnicas de relajación ayudará a que pueda controlar la tensión, algo básico para romper el hábito. También podemos poner algún producto amargo que venden en farmacias que evita que se pongan las manos en la boca o esmaltar las uñas. Los adultos debemos evitar el consumo de alcohol y café y practicar técnicas de relajación para reducir el estrés.
Nuestras Uñas y la Salud
Las uñas también son un buen indicador del estado de nuestra salud. Si son lisas y de color uniforme, están sanas. Pero, si están pálidas o tiene líneas que las cruzan, pueden indicar enfermedades, infecciones, o intoxicaciones. Cuando son quebradizas, son un síntoma de envejecimiento y de hipertiroidismo o hipotiroidismo, si están levantadas y son delgadas o cóncavas, señalan anemia férrica.
Los hongos producen cambios en su color, textura y forma. Otras enfermedades que podemos detectar a través de las uñas son las enfermedades hepáticas, la psoriasis, que puede causar grietas y anquilosamiento de la uña.
Para un adulto, las uñas ofrecen una primera impresión sobre nosotros en ambientes, como el afectivo o el laboral. Por esto debemos cuidar su imagen y de paso la nuestra general.
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JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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