Publicado: 21/11/2013 - Actualizado: 11/09/2017
Autor: Josep Masdeu
Es igual la estación del año en la que estemos, a veces tenemos las manos y pies fríos. Cuando la circulación no es lo suficiente fluida, bien por estrés o por falta de ejercicio, esta llega a las extremidades más despacio de lo que debería y eso nos hace sentir frío en las manos y en los pies. Aunque “puede” ser señal de alguna enfermedad, la mayoría veces es leve.
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Causas de tener manos y pies fríos
Una de las principales causas de que la sangre no llegue debidamente, es el estrechamiento de los vasos sanguíneos, hipotensión arterial y baja tasa metabólica. Las personas hipotensas tienen más posibilidad de padecer esta molestia, además les cuesta conseguir energía y calor.
El frío provoca y agrava síntomas como eczemas, dermatitis, sabañones, celulitis, heridas y úlceras, además puede causar o empeorar dolores y molestias musculares y articulares, en las manos o los pies y en el resto del cuerpo pudiendo llegar a dificultar la movilidad. El frío en manos y pies reduce la sensibilidad, pudiendo hacer que aparezcan heridas o nos demos golpes, que tardan en curarse.
Algunos productos que nos pueden ayudar:
El jengibre, calienta el estómago eliminando el dolor y las molestias estomacales. Mejora la circulación sanguínea lo que alivia dolores musculares y articulares, favoreciendo la sudoración.
La canela, calienta el estómago, elimina el dolor y las molestias digestivas relacionadas con el frío externo. Calienta los órganos internos. Mejora el flujo sanguíneo, aliviando dolores musculares y articulares y la sensación de frio en pies y manos.
Ginkgo Biloba, es un vasodilatador que facilita la circulación capilar, estimulando el calor de las extremidades, también mejora la circulación cerebral, facilitando la claridad mental y apoya la acción de la canela y el jengibre
Consejos de la Medicina Tradicional China para Manos y Pies
Cuando tenemos las manos y pies fríos porque somos frioleros, la Medicina Tradicional China recomienda una dieta natural que aumente nuestro calor interior. Para ello aconseja reducir, sobre todo en invierno, los alimentos crudos y las ensaladas. Si hace calor podemos tomar las verduras ligeramente salteadas que mantengan un punto crujiente entre crudas y cocidas.
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Los lácteos y sus derivados tampoco son recomendables porque enfrían el cuerpo. Por su parte los picantes, ajo, pimienta, guindilla, jengibre, etc., nos ayudan a entrar en calor y mejoran nuestra circulación. Los aceites vegetales sin refinar y los frutos secos no deben de faltar en nuestra dieta ya que nos aportan calor. Si tuviéramos anemia esta dieta china, aconseja tomar el alga espirulina, que es muy rica en hierro.
El Síndrome de Raynaud
Cuando el cambio en las manos es más contundente y llamativo, puede que sea el llamado Síndrome de Raynaud, que lo padecen más las mujeres que los hombres y surge por cambios más alterados en la circulación de las manos o los pies, que contraen aun más los capilares cuando hace frío. No teniendo aun una respuesta al problema.
El síndrome de Raynaud muestra cambios continuos en la coloración de la piel en las zonas más alejadas del cuerpo, como los dedos, la lengua y la nariz.
«El calor físico puede hacernos ver a los demás como personas más cálidas, pero también nos vuelve más generosos».
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JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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