Publicado: 09/11/2014 - Actualizado: 21/09/2017
Autor: Josep Masdeu
El amor y los celos están muy relacionados, son un sentimiento negativo que exterioriza la personalidad de quien los sufre. La falta de seguridad personal y una baja autoestima, junto a la creencia de que puede poseer a otra persona, son algunas de las características de la persona que los sufre. Y la relación, la confianza y el amor pueden ayudar a controlarlos.
Para que haya celos debe haber un rival, real o imaginario, a partir del cual se construye una comparación, un pique y un miedo a ser desplazado por no estar a la altura del desafío. Los celos no son solo un sentimiento de la pareja, también puede haber celos entre hermanos o entre amigos.
También hay personas que disfruta o se crece dando motivos a quien tiene celos. Si somos nosotros la causa de unos celos racionales por parte de nuestra pareja u otra persona, nos agradan y confirman su cariño o interés.
Las personas celosas equiparan amor con posesión y con exclusividad, los celos son un dispositivo de control que busca evitar ese protagonismo, aparte de si hay causas reales que causen esa inquietud.
¿Que son en realidad los Celos?
Los celos son una mezcla de miedo y enfado que esconden un deseo de poseer al otro y de querer controlarlo. Son una emoción básica natural, una reacción de alerta que pasan a ser enfermizos cuando adquieren una intensidad desmedida para quien los sufre.
Si empezáis o tenéis una relación y observáis que cualquiera de los dos tiene celos tiene esas actitudes, no os engañeis, no creáis que ésa es una muestra de amor profundo que os profesáis, no lo aceptéis como algo permisible o normal, porque con el tiempo destruirá vuestra relación.
Podemos aceptar que los celos tienen hasta un punto positivo en cualquier relación con otras personas, pero debemos entender que hay una línea confusa y comprometida que cruza las fronteras de lo lógico con lo irracional. Por eso es necesario, el respeto mutuo.
Los celos pueden considerarse normales cuando actúan como productores de energía en la pareja y no los desestabiliza. Incluso pueden interpretarse como una expresión de la importancia que tiene una persona hacia otra. Los celos normales pueden recrear fantasías sexuales y exigencias eróticas, o confesiones intimidas y pueden aumentan la autoestima de la pareja porque el tercero se utiliza para acercar y no para perderse en él.
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Muchas veces, este comportamiento exigente, controlador y desconfiado del celoso/a produce el efecto inverso del que se busca, la persona acosada se siente forzada, absorbida y cansada por las pretensiones del celoso pudiendo acelerar la separación con esa persona.
Los celos enfermizos pueden degenerar en violencia física y psicológica. Los ataques de celos son un motivo demasiado habitual de homicidios maritales y un componente de las agresiones con fuerza en los países considerados desarrollados.
Los psiquiatras dicen que los celos son una etapa anterior de la psicosis, pueden derivar en delirio y alterar la realidad.
El origen de los celos, como en el resto de las emociones, debemos buscarlo en la niñez, que es cuando se generan las pautas de la conducta y de los apegos, porque el niño no es independiente y necesita de sus padres para sobrevivir. El niño también siente celos, por la entrada en su vida de otras personas que lo alteran, como pueden ser nuevos hermanos, que le quitan protagonismo y siente que pierde algunos privilegios. El niño celoso, es egoísta porque exige sacrificio y dedicación completa muy por encima del que él está dispuesto a obtener o a corresponder.
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Tratamiento emocional para los Celos
Aunque son un problema difícil de tratar, si quien los padece quiere conseguirlo, con ayuda y estos consejos puede llegar a superarlos:
Habla con la persona que los provoca y convéncete de que el problema no es ella sino tú con tus imaginaciones y esos celos.
Controla lo que piensas y no permitas que cualquier pensamiento te descontrole, córtalo de raíz y no saques conclusiones precipitadas.
Habla de lo que despierta esos celos, con ello evitarás discusiones constantes y algunas recriminaciones parecerán mas leves y calmadas.
No te encierres en ti, busca actividades para compartir con tu pareja y pasarlo bien, liberando tu mente de tensiones.
Pide ayuda antes de que sea demasiado tarde y arruines una relación.
Estas reacciones viscerales también afectan el estado de salud, pueden provocar:
- Aumento de glucosa en sangre, al sentirse amenazado, el páncreas altera su funcionamiento, descontrolando los niveles de azúcar, provocando disfunciones en diferentes partes del cuerpo.
- Alteración en la tensión arterial, aumentando en exceso pudiendo causar derrame en la retina, o bajar hasta perder el conocimiento.
- Taquicardia por la angustia, el corazón bombea más sangre de lo habitual, pudiendo provocar un infarto.
- Acidez gástrica, al afectar esta zona considerada como el centro emocional.
- Insomnio provocado por la tención, el cuerpo no podrá relajarse para descansar, lo que afectara al descanso nocturno.
A veces es inevitable sentir celos, porque son parte del aparato de defensa de la persona. Aunque, su aparición provoca diferentes molestias que atacan ciertas emociones y también tu estado físico.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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