Publicado: 14/03/2011 - Actualizado: 04/04/2018
Autor: Josep Masdeu
Los buenos hábitos alimenticios son imprescindibles para conservar nuestra salud. De una buena dieta depende en gran parte la formación de tejidos, la energía, el equilibrio fisiológico, etc. Una dieta sana está compuesta por vitaminas, minerales, fibra, carbohidratos y proteínas.
La dietética estudia la relación de los alimentos con las necesidades nutricionales. La dietoterapia aplica el arte de la nutrición a los problemas de la alimentación; se basa en modificar la alimentación normal adaptándola a las necesidades de cada persona. Esta dieta se utiliza para el tratamiento de determinadas enfermedades y sirve para curarlas o tratarlas.
Todos los alimentos tienen su función dentro del organismo, lo malo es cuando se consumen en exceso algunos nutrientes que nuestro cuerpo no utiliza y por ello se producen determinados cambios metabólicos y enfermedades.
Contenidos
Los alimentos y la salud
Los vegetales, igual que otros alimentos y que las plantas medicinales, contienen sustancias que producen acciones farmacológicas parecidas a los de cualquier medicamento. Además, tienen la facultad de curar, prevenir y corregir predisposiciones a enfermar. Y lo más importante es que carecen de efectos secundarios.
Podemos curarnos eliminando los síntomas sin llegar a saber las causas que han provocado la enfermedad. Así es como trabaja la medicina clásica, pero estos vuelven a salir posteriormente a lo largo de la vida con otros síntomas que, a simple vista, no guardan relación con los que ya tuvimos.
Pero hay otra forma de buscar solución a la enfermedad y es a través de la búsqueda de las causas de la enfermedad y su tratamiento. Esto requiere un compromiso voluntarioso y profundo, con la persona y con la vida. Esta “medicina” no suprime los síntomas como tratamiento principal.
La alimentación es una de esas medicinas que, apoyada en un completo historial y un buen diagnóstico, nos sirve para equilibrarnos.
Cada vez somos más los que buscamos un regreso a la “comida natural”: se buscan productos orgánicos, dietas sin excesos…La moderación en el consumo de grasas y azúcares y el equilibrio son la base de una alimentación para un mantenimiento personal con auténtico bienestar.
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Desde diferentes ámbitos de la salud, los profesionales reiteramos la necesidad de plantear dietas equilibradas, que incluyan todo lo necesario para mantener una buena salud y el funcionamiento integral del cuerpo, teniendo siempre presente lo que conviene a cada persona. Si una verdura no nos sienta bien, hay alternativas. Si demasiada fibra nos ocasiona gases, a otros les puede aliviar el estreñimiento. Se han de preparar dietas elaboradas específicamente para que sean agradables de comer y no nos perjudiquen.
Los alimentos son transformados por el cuerpo en energía y sus nutrientes son separados en la boca y tratados por el intestino, que los envía a la sangre. Esta tiene un PH, Sodio Potasio 1-7 que es el que nos permite estar sanos y vivos. Los alimentos también tienen ese equilibrio Sodio Potasio. Cuando el consumo habitual sobrepasa esta proporción, el cuerpo reacciona y busca equilibrarse, cogiendo los minerales de los huesos y dientes. Para evitar que este proceso sea demasiado exagerado y con el tiempo llegue a afectar al cuerpo físico y también a las emociones, hay toda una serie de tratamientos como son la Homeopatía, la Osteopatía, las Flores de Bach, la Gestalt, la Psicología Transpersonal, el Masaje, la Medicina Tradicional China, el Trabajo Corporal Armónico y otras muchas.
Una alimentación sana y equilibrada, que mantenga el equilibrio más próximo al PH de la sangre, aparte de mantenernos fuertes, evitará el envejecimiento prematuro y nos ayudará a conservar la armonía de los pensamientos y las emociones.
Muchas personas tienen alergias a ciertos alimentos, algunos de ellos tan normales como la leche, los huevos, la fruta o el pescado. Muchos de ellos son niños que ven mermada su calidad de vida y las posibilidades de participar en actividades tan habituales para otros niños, como disfrutar de una comida familiar, comer en el colegio, o asistir a una fiesta infantil. La toma ocasional de un alimento al que se es alérgico (cosa que ocurre con mucha frecuencia por la falta de identificación de algunos ingredientes) puede tener consecuencias graves, desde urticaria hasta anafilaxia.
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Saber a qué alimentos se es alérgico permite evitarlos y, en caso de consumo accidental, estar preparados para su tratamiento.
La alimentación es esencial para el mantenimiento y la recuperación de la salud. Una dieta ha de inculcar un consumo controlado y no ha de tener una lista de prohibiciones, ha de ser una dieta “positiva”.
Los alimentos en nuestra dieta diaria
Todas las dietas deberían ser personalizadas, para tener en cuenta las necesidades de la persona a quien va dirigida.
Las dietas, pueden ser:
- Controladas en Hidratos de Carbono
- Controladas en Proteínas
- Controladas en Energía
- Controladas en Lípidos
- Modificadas Hiposódicas
- Controladas en Potasio, etc.
Y a su vez cada grupo tiene sus propias subdivisiones.
Cuando el equilibrio de nuestro cuerpo se rompe, ya sea por falta o por exceso de algún nutriente estamos expuestos a padecer enfermedades. El consumo de determinados alimentos pueden ser útiles para superar algunas enfermedades y favorecer el reequilibrio.
Pero, no siempre se consiguen unos resultados favorables y deseados, ya que si no se tienen datos suficientes sobre la estructura biológica de la persona, no se puede asegurar una dieta correcta y concreta para cada caso.
En Oriente esta rama se llama Dietoterapia Energética. Clasifican los alimentos por sus características específicas; es muy importante el color, el olor, la naturaleza, el sabor, la textura, el grado de hidratación, la frescura, la estación meteorológica en que se recoge, el tipo de cocción. Es decir, utilizan parámetros energéticos en lugar de nutricionales y también consiguen muy buenos resultados curativos, pero tampoco es un modelo perfecto.
Cómo preparar una dieta con buenos alimentos
Una dieta debe tener en cuenta las circunstancias que motivan a la persona que la comienza. Así, si buscamos realizar una dieta para bajar de peso, debemos saber y conocer cuál es el peso correcto, cuántas calorías podemos consumir (teniendo en cuenta la actividad que realizamos), si somos personas activas o sedentarias, etc. La cantidad de calorías necesarias serán distintas según el caso.
Es importante saber qué efectos podrá tener nuestra dieta en la salud. Por ejemplo, si usted es una persona que tiene trastornos renales y quiere bajar de peso, tendrá que exponerlo a quien elabore su dieta para que tenga en cuenta cómo elaborarla y de qué manera puede afectarle.
Una buena alimentación es clave para una buena salud y debe contener unas proporciones y todos los grupos de alimentos.
Consejos para una buena alimentación
Quienes seguís mis artículos, y más concretamente los que hacen referencia a la alimentación, no puedo dejar de recomendaros e instaros a seguir estos consejos, que son básicos:
- Mantener el peso corporal idóneo a nuestras características físicas.
- Comer variado
- Elegir dietas bajas en grasas
- Que sean ricas en frutas y verduras
- Consumir azúcar y harinas refinadas con moderación
- Limitar el consumo de alimentos curados, ahumados, fritos y precocinados.
- Reducir el consumo de sal y la que tomemos, mejor si es marina.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas
La dieta en diferentes etapas de la vida
La calidad de la dieta, repercute en el estado previo al embarazo y es un factor que afecta la salud de la madre y el niño.
En la vejez, factores genéticos como ambientales influyen en el ritmo de vida. Se produce una disminución de la sensibilidad gustativa, olfativa y de deglución de los alimentos, acompañado de otras disminuciones orgánicas que repercuten en su salud general.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
Acerca del autor