Publicado: 30/03/2010 - Actualizado: 25/04/2017
Autor: Josep Masdeu
Aunque pueda parecer una incongruencia, vivimos el presente a expensas del pasado cuando en realidad el pasado ha de ser una referencia de nuestra existencia, no un lastre. Si esto es así, significa que el aprendizaje que debimos realizar en el pasado no fue del todo correcto.
Todo es útil en la vida, hasta lo que no nos gusta, nos asusta o da miedo.
El recuerdo de determinadas cosas del pasado puede molestarnos interiormente, pero es un ejercicio necesario para liberarnos de esa carga que nos agobia.
No debemos revivir el agobio que nos produce, pero sí identificarlo. No debemos apegarnos innecesariamente a él, pero sí liberarnos de todo aquello que nos molesta. El tiempo hace que vivamos y aceptemos como normales esas situaciones dolorosas, cuando en realidad no debe ser así. Por eso, la erradicación es necesaria, pero sin forzar la situación; solo nosotros mismos lo decidimos y lo hacemos.
¿Cómo Liberarnos del Pasado?
Buscando un estado de relajación en el cual nos sintamos bien y podamos ir dejando pasar esas imágenes que nos trastornan. Sin forzar el pensamiento, simplemente vamos dejando que las imágenes fluyan con espontaneidad, pero no las critiquemos, ni las juzguemos y mucho menos nos castiguemos nosotros mismos. Debemos identificar la vivencia y decidir si vale la pena conservarla en nuestra memoria. Dependiendo de la importancia de lo que nos molesta, puede que repitamos la acción más de una vez, pero no importa. Se trata de no forzar la vivencia para no cerrarla en falso y que esta siga presentándose repetidamente.
Estos recuerdos nos traen sensaciones poco agradables; hemos de ser conscientes de que estamos recordando, pero no debemos revivir la situación. No podemos cambiar el pasado, pero sabemos que hoy somos diferentes. Las situaciones que vivimos hoy también son diferentes y el tratamiento que le daríamos hoy, es distinto del que le dimos en el pasado.
Con esto separamos el pasado del presente y nos sabe a victoria el comprobar que ante situaciones que nos parecen semejantes, reaccionamos diferente.
-
MAS EN BLOG DE NATUROPATíAEl lenguaje de las Manos: Comunicar con los Gestos
Claves para aprender a Liberarnos del pasado
Nuestra mente es fuerte y por ello nos aferramos al pasado, pero no tiene por qué ser así, ya que cada momento de nuestra vida es diferente y no sirve de nada compararlos. Pero conviene recordar los momentos o situaciones en que las cosas salieron bien.
Nosotros elegimos la calidad de nuestra vida.
La mayoría de las veces, la atadura más fuerte es la que nos imponemos por miedo a avanzar.
El límite está solo en el pensamiento.
-
MAS EN BLOG DE NATUROPATíALa Linfa y el Sistema Linfático, ¿la otra Sangre?
Ahora que podemos ver el pasado de manera diferente, seleccionemos con lo que realmente nos queremos quedar. Este ejercicio de observación interior y recuerdos puede generar resultados inmediatos, aunque a veces no conseguimos el enfoque adecuado para la solución adecuada. Entonces conviene aparcarlo y no obsesionarse con él, ya volveremos más adelante a trabajar de nuevo y encontraremos el alivio interior que nos va a satisfacer.
Para nada hemos de renegar de personas ni situaciones concretas, por mucho agobio que nos proporcionen. Algunas ideas las creamos nosotros mismos, pero otras las aceptamos por imposición ajena.
Seleccionar las cosas es afianzar lo que realmente queremos lograr en nuestra vida. No nos vamos a desprender del pasado , simplemente seleccionamos lo que vamos a guardar y lo que queremos recordar.
Démonos el tiempo necesario para asimilar lo que vamos selecionando y los resultados serán más óptimos.
El pasado nos resulta útil, ya que, bien administrado, nos permite crecer.
Acerca del autor