Publicado: 22/10/2013 - Actualizado: 12/10/2017
Autor: Josep Masdeu
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta muchas mujeres. Los senos están formados de grasa, tejido conectivo y glandular. Tienen las glándulas que producen leche y estos conductos están junto con los vasos sanguíneos y linfáticos. Los tejidos mamarios están unidos con los ganglios linfáticos que están en la axila. Si avanza, las células cancerosas se expanden a otras zonas a través del sistema linfático.
Contenidos
Cómo detectar el cáncer de mama
Mamografía
Una mamografía es una radiografía especial que muestra imágenes de los tejidos blandos de las mamas, se la considera una de las pruebas más seguras y eficaces para detectar el cáncer de mama de forma preventiva, de ahí su importancia.
Esta prueba es indolora aunque puede resultar algo molesta para ciertas mujeres cuando se aplana la mama.
Con esta prueba, se pueden detectar bultos que salen en las mamas. Esta prueba da una imagen nítida y clara del interior de las mamas y detecta pequeños bultos, es incluso más eficaz que las palpaciones de los profesionales de la salud.
Cuando la prueba enseña que hay un bulto anormal en la mama, se pide una biopsia para determinar si es cáncer o no. Muchas veces independientemente del resultado de la biopsia, se aconseja la extracción del bulto por seguridad de la mujer.
Las mujeres con mayor riesgo de sufrir cáncer de mama, son las mayores de 40 años, las que tienen antecedentes de esa enfermedad en la familia y las que, por situaciones personales, puedan desarrollar esta enfermedad. Se recomienda hacer mamografías anuales a todas las mujeres de 50 años y mayores, porque casi el 80% de los cánceres de mama se diagnostican en este grupo de edad.
Resonancia magnética
Aunque la mamografía es una técnica efectiva, hay también algunos casos en las que se utilizan otras pruebas, como la resonancia magnética. La mamografía no siempre detecta tumores en mujeres jóvenes o cuando la firmeza de la mama es considerable. Los ultrasonidos y la resonancia magnética son consideradas como una alternativa o complemento a la mamografía.
Termografía
Otra alternativa a la mamografía es la termografía que mide la inflamación que hay en el cuerpo. Esta prueba es eficaz para detectar áreas en las que se forman células cancerígenas. Es más eficaz y menos invasor que la mamografía.
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La mamografía busca cambios anatómicos en el pecho como masas o bultos. La termografía examina cambios circulatorios en el pecho, las áreas inflamadas, tienen una circulación elevada y puede detectar leves cambios fisiológicos que acompañan la enfermedad.
Biopsia
Muchos de los bultos en el seno no son cancerosos, sino benignos. Pero, a veces es necesario hacer una biopsia, que es tomar muestras y observarlas con un microscopio para confirmar que no se trata de cáncer.
La mayoría de estos bultos son provocados por fibrosis, quistes, o los dos.
Autoexploración
Podemos detectar un cáncer de mama con una autoexploración en busca de algún bulto sospechoso o inusual.
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Es mejor explorarte los senos el día en el que dejas de menstruar, porque, antes, los pechos están hinchados y es difícil encontrar posibles bultos.
Además de los bultos hay otros síntomas que debéis vigilar. Como algún cambio en el pecho, que la piel se arrugue, se enrojezca o, se inflame, también la secreción, a través de los pezones de sustancias anormales.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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