Publicado: 16/04/2011 - Actualizado: 28/04/2016
Autor: Josep Masdeu
En nuestra especie, la selección natural ha recompensado la creación del núcleo familiar como unidad social básica en la que los niños son criados. La procreación asistida nos ha aportado cambios en la manera de solucionar ciertos problemas relativos a la falta de fertilidad, y al mismo tiempo también se han producido algunos cambios relativos a la composición del núcleo familiar. Pero independientemente de quien compone la familia o de la manera de quedarse embarazada, hay otros factores que han evolucionado con el paso del tiempo.
Los futuros progenitores pueden acceder a la información relativa a todos los aspectos de la procreación. El calendario de fertilidad nos permite saber con una gran aproximación los días mas propicios para quedar embarazada dentro del ciclo ovulatorio de la mujer. Este calendario de fertilidad se aplica también para definir la edad en la cual las gestaciones se producen con una mayor seguridad para las madres y los niños. Además, la alimentación de los recién nacidos ya no es la responsabilidad exclusiva de las madres.
Hoy en día un padre puede ocuparse de un niño desde sus primeras horas de vida. A propósito de la alimentación es importante saber que hay una relación probada entre la dieta y la fertilidad. Toda esta información permite a los futuros padres y madres de elegir el mejor momento para esta importante decisión, y también prepararse de la mejor manera para este cambio transcendental en sus vidas. En efecto, pasar de ser «el hijo de» a «el padre de» no tiene nada de banal, al contrario es uno de los cambios mas importantes de nuestra vida y las decisiones que tomemos a partir de este momento comienzan a afectar de una manera decisiva la vida del nuevo miembro de nuestra familia.
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