Publicado: 28/08/2010 - Actualizado: 11/09/2017
Autor: Josep Masdeu
La artrosis y la artritis son dos enfermedades muy comunes. El hecho de que vivamos cada vez más años es bueno, ya que significa que las condiciones de vida son favorables a ello, pero en contra lleva la aparición de ciertas enfermedades; unas por desgaste del organismo y otras, por el proceso de envejecimiento del mismo.
Esto supone un nuevo reto para los profesionales, que hemos de atender y tratar a esas personas para lograr darles una calidad de vida y un bienestar que haga que no se lamenten por el hecho de haber llegado a edad madura y encuentren o recobren las ganas de participar de pleno con la sociedad.
Contenidos
- ¿Qué es la Artrosis?
- Tipos de Artrosis
- Factores que la causan no modificables:
- Factores que la causan modificables:
- Síntomas de la Artrosis
- Alimentación para la Artrosis
- -Alimentos acidificantes
- -Alimentos neutralizadores y alcalinizadores
- Algunas preguntas habituales sobre Artrosis
- ¿En qué casos es necesaria la cirugía?
- Algunos remedios populares para la Artrosis
¿Qué es la Artrosis?
Con el término artritis se designa a un amplio grupo de enfermedades diversas que tienen en común el hecho de afectar las articulaciones, tanto de personas de edad avanzada, como de gente más joven.
A pesar de ello, es muy frecuente usar la palabra “artritis” para referirse a cualquiera de estas patologías. Por ejemplo, la artritis reumatoide suele confundirse con la osteoartritis.
Se desconoce, de forma concluyente, la causa de la artrosis. La artrosis no se debe a ciertos tipos de clima ni a los componentes de la dieta. Ocurre en todo el mundo y a veces los pacientes pueden tener más dolor cuando baja la presión atmosférica o hay más humedad, pero eso no significa que la lesión artrósica haya empeorado.
La artrosis o enfermedad articular degenerativa, es la más común de las enfermedades articulares. Pasa con más frecuencia en personas de edad media y ancianos, y afecta el cuello, la región lumbar, las rodillas, caderas y articulaciones de los dedos. Aproximadamente el 70% de las personas mayores de 70 años muestran pruebas radiológica de la dolencia, pero sólo la mitad de ellos desarrolla síntomas. La artrosis también puede afectar articulaciones que han sido dañadas previamente por un exceso de movimiento prolongado, infección o una enfermedad reumática ya existentes. Los consultantes con artrosis padecen dolor y deterioro funcional.
Se trata de una enfermedad degenerativa del cartílago hialino que se erosiona progresivamente, se rompe, adelgaza e incluso puede llegar a desaparecer. El cartílago es una estructura que desempeña una función perfecta, desde el punto de vista de la mecánica biológica articular.
La pérdida del cartílago origina cambios en el hueso contiguo al cartílago articular, que reacciona produciendo deformaciones, lo que desencadena fenómenos inflamatorios que muchas veces son la causa de que la artrosis produzca síntomas como dolor y rigidez.
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Todo esto afecta negativamente la movilidad y el funcionamiento normal de la articulación, que conduce al enfermo a una progresiva discapacidad para realizar sus actividades cotidianas.
Tipos de Artrosis
La artrosis es una enfermedad compleja y para su clasificación se recurre a la última proposición del American College of Rheumatology, que considera:
1. Artrosis primaria o idiopática: aquellas que no obedecen a causa conocida y que se dividen en:
– Localizadas: ya sea en manos, pies, caderas, rodillas, hombros o columna.
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– Generalizadas: cuando afectan al menos tres de los grupos articulares anteriores.
2. Artrosis secundarias son las que se deben a una causa o estudio previo conocido, como traumatismos, procesos metabólicos, endocrinos, depósitos micro cristalinos, enfermedades congénitas, entre otras.
Es importante saber que la osteoartrosis, de acuerdo con el grado de afectación de la movilidad y daño al cartílago de las articulaciones, se clasifica como leve, moderada (en ambos casos puede manifestarse inflamación y/o dolor, pero no hay tanta dificultad para moverse) o severa (si hay poco grado de movilidad).
Factores que la causan no modificables:
– Edad: de los 45 años en adelante es menor, pero se incrementa hasta en 80% después de los 80 años.
– Sexo: hasta los 50 años es similar en ambos sexos; a partir de ahí aumenta en la mujer. En el hombre se presenta en articulaciones metacarpo falángicas y caderas, y en las mujeres, en las inter falángicas proximales y las rodillas.
– Susceptibilidad genética: algunos subgrupos de artrosis parecieran tener una determinante genética, sobre todo los nódulos de Heberden y los de Bouchard, más abundantes entre las mujeres que en los hombres.
Factores que la causan modificables:
Hay factores que tienen una relación muy directa con el desarrollo de la artrosis. Los más importantes son:
– La obesidad: El sobrepeso y el desarrollo de artrosis tienen una relación directa en las rodillas. Además, siempre es un factor negativo en el desarrollo de la enfermedad, ya que afecta las articulaciones de apoyo o que soportan peso, como es el caso de la columna lumbar, las caderas o los pies.
– La actividad física deportiva: la actividad normal no es causa de artrosis, pero el uso continuado, persistente y repetitivo de una articulación, puede llevar a lesiones focales de artrosis, como puede ser el caso de algunos deportistas que practican en exceso.
– Trabajo: si una zona anatómica está sometida a un trabajo continuo o forzado durante bastante tiempo, esto puede ser el origen de una patología artrósica, como es el caso de los mineros, manipuladores de martillos mecánicos, cargadores, etc.
– La densidad ósea: se ha observado que en las personas con una densidad ósea menor, que tienen los huesos más frágiles, el riesgo de desarrollar artrosis disminuye. La osteoporosis (escasez de masa ósea debida a una descalcificación de los huesos) “protege” en cierta forma de esta enfermedad.
Sin embargo, la osteoporosis es una enfermedad ósea grave que puede ocasionar fracturas, por lo que es fundamental prevenirla mediante el ejercicio físico y una adecuada ingesta de calcio.
– Factores nutricionales: se sabe que determinados micronutrientes, como los antioxidantes, intervienen en el control de los radicales libres, que son capaces de estropear algunas macromoléculas como las lipoproteínas de la membrana celular, las proteínas y el ADN.
El cartílago está formado por células especializadas y una matriz intercelular, producida por dichas células, que a su vez, están constituidas por fibrillas de colágeno humedecidas en ácido hialurónico. De éstas dependen las características biomecánicas del cartílago. El ácido hialurónico confiere elasticidad al mismo y capacidad para soportar grandes pesos.
Síntomas de la Artrosis
Es característica la ausencia de señales generales, así como la afección de pocas articulaciones, que aparece en forma lenta y progresiva, de preferencia en rodillas, caderas, columna cervical y lumbar, manos y salvo en casos de artrosis secundaria, respeta hombros, muñecas, tobillos y codos.
Dolor es el síntoma inicial y más importante. Al principio es de tipo mecánico (mejora con el reposo y empeora con el ejercicio), claramente diferenciado del dolor inflamatorio (constante, persistente en reposo, llega a despertar al paciente por la noche) que aparece en otras enfermedades articulares de tipo inflamatorio (diversos tipos de artritis), aunque en estadios finales también puede ser persistente y aparecer incluso en reposo o durante el sueño.
Rigidez articular matutina o tras inactividad prolongada: normalmente inferior a 30 minutos, que suele mejorar con la movilización y el ejercicio.
Además, se deben considerar las molestias propias de cada región afectada: la rodilla, la cadera, la mano o la columna que manifiestan sus propias alteraciones.
El profesional de la salud ofrecerá un tratamiento para la artrosis para el alivio del dolor articular y el mantenimiento de la capacidad funcional.
La clave del tratamiento es el ejercicio, combatir la obesidad y los analgésicos/antiinflamatorios.
No existe una dieta especial para las personas con artrosis, de modo que los remedios como iones y algunos derivados de cartílago que no son medicamento no tienen apoyo científico. Con los “tratamientos alternativos”, salvo la acupuntura, solo se consiguen alivios temporales. Se aconsejan masajes suaves con cremas y geles que den calor.
El cambio de residencia en busca de un clima más cálido no tiene sentido, al no influir sobre la enfermedad, si bien pudiera afectar temporalmente a los síntomas.
La depresión unida a un mal sueño puede aumentar el dolor del consultante con artrosis, de modo que debe ser tratada convenientemente.
Los antiinflamatorios que no contienen esteroides son medicamentos que combaten el dolor, la inflamación y la rigidez de las articulaciones en la artrosis. La respuesta de cada consultante a los antiinflamatorios es variable. El paracetamol ayuda contra el dolor.
Definitivamente la prevención es el mejor tratamiento que hay para evitar los grandes daños de la artrosis, sobre todo con los factores modificables de la enfermedad, como son el control de peso, el ejercicio apropiado y bien administrado, evitar el uso excesivo de determinadas articulaciones y, en el aspecto laboral, mantener las posturas adecuadas. Ante todo, acudir al médico desde el inicio de la sintomatología y apegarse a los lincamientos de manejo y de cuidados que él recomiende.
Alimentación para la Artrosis
Los estudios han demostrado ampliamente que los factores físicos que predisponen a algunas personas a la artrosis, sólo se pueden contrarrestar con éxito mediante una dieta que pone todo su énfasis en los alimentos alcalinizadores.
-Alimentos acidificantes
• La formación de ácido en el cuerpo puede ser excesiva por el consumo de una gran cantidad de proteínas concentradas en la dieta. Estas proteínas acidificantes están contenidas en alimentos como carnes, pescados, huevos, quesos, legumbres y guisantes y frutos secos.
• No deben tomarse nunca en grandes cantidades de una sola vez, al contrario repartirlos en 4 comidas al día.
• Las personas que sufren de artrosis deben hacer la parte principal de su dieta diaria a base de frutas y verduras en una u otra forma, aunque algunas modificaciones ocasionales no hacen daño.
-Alimentos neutralizadores y alcalinizadores
• Aunque parezca extraño, las llamadas frutas ‘ácidas’ (que incluyen al limón y al pomelo), tienen un efecto neutralizador de los ácidos corporales. Además, ayudan a la eliminación o dispersión de los minerales que han formado depósitos en el cartílago de las articulaciones. La mayoría de las frutas frescas, verduras y frutos secos, producen una reacción alcalina. Las espinacas, por ejemplo, aunque tienen un alto contenido en ácido oxálico, son ricas en hierro.
• Para quienes padecen artrosis, es esencial una ensalada diaria de hojas verdes, pero quienes no están habituados a comer alimentos crudos, deben comenzar poco a poco.
Algunas preguntas habituales sobre Artrosis
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es resultado del desgaste de las superficies articulares, que ocurre en forma lenta, pero progresiva. En general, comienza a notarse en la edad madura y afecta preferentemente a las articulaciones que soportan mayor trabajo, como las de la cadera, rodillas y columna vertebral, lo que ocasiona dolor y una progresiva invalidez. También se presenta con suma frecuencia en las manos, donde es la causa de que disminuya la capacidad para efectuar movimientos.
En la rodilla es posible apreciar las mismas alteraciones.
¿Qué alteraciones presenta?
El cartílago de la articulación afectada se ablanda y luego se desgarra; con ello queda al descubierto el hueso que se encuentra debajo, el cual se endurece por el roce que debe soportar y comienza a crecer en forma de espolones por dentro y alrededor de la articulación. En forma paulatina, dificulta el libre movimiento de la articulación, que cada vez se verá más impedida.
¿Qué otras causas contribuyen a la aparición de la artrosis?
La artrosis siempre se ve agravada por el exceso de peso, las posiciones inadecuadas de la columna y el cuerpo, así como por golpes o esfuerzos repetidos. También las contracturas musculares, causadas por estados de tensión, desempeñan un papel importante en la aparición de este padecimiento.
¿Qué dolor provoca la artrosis?
Esto depende de la zona del cuerpo afectada. Por ejemplo, en la columna cervical a la altura del cuello, el dolor parte de la base del cuello y corre hacia el hombro, brazo y llega hasta la mano de ese lado. Si la parte afectada es la columna lumbar, en la cintura, el dolor parte de la cintura, afecta la nalga, el muslo, la pierna e incluso el talón o el pie de ese lado, ya sea en forma de dolor, contractura o calambre.
En cualquiera de los casos, el dolor puede estar acompañado por hormigueos, sensación de quemazón o adormecimiento de brazos y manos o piernas y pies.
¿Cuándo aparece el dolor?
Se ha constatado que el dolor está asociado con el mayor movimiento de la articulación afectada y con los aumentos repentinos en el peso que soporta. Otra causa importante y frecuente del dolor es la postura incómoda o inadecuada, que fuerza a las articulaciones durante varias horas, como puede ser dormir en mala postura o en una cama inadecuada. Lo mismo ocurre con las malas posiciones y prolongadas durante el trabajo. Esto se asocia con tensión nerviosa y contractura muscular, que agravan el dolor.
¿El dolor desaparece?
El dolor es, por lo general, la consecuencia de que un nervio esté comprimido o irritado, como en el caso de la artrosis de la columna, o bien el desgaste se debe a inflamaciones o a la irritación en las terminaciones de los nervios en cualquier otra articulación. Por lo tanto, una vez que ha aparecido, el dolor irá en aumento junto con el progreso de la enfermedad y siempre se producirá dentro del área de distribución del nervio o de los nervios comprometidos por el proceso de artrosis.
El dolor puede ser eliminado de una más sencilla y directa, colocando los remedios directamente entre los discos de las vértebras enfermos. A eso se le llama tratamiento local y el resultado es sorprendente.
¿Cuáles son los síntomas de un enfermo de artrosis?
La molestia se presenta con un dolor inicial gradual que puede ser en la cadera, en la zona inguinal, en la nalga, en el muslo o en las rodillas; estos son los lugares más frecuentes. Pero le siguen en frecuencia y en importancia el cuello, la espalda y la cintura.
El dolor al subir escaleras es característico, sobre todo cuando el peso del cuerpo se desplaza hacia el lado afectado; además puede apreciarse una sensación de roce o crujido de los huesos.
Los pacientes refieren que cuando sus molestias aumentan, tratan de aliviarse con el reposo, pero descubren que es peor si pasan mucho tiempo sentados o acostados. Por último, se produce una progresiva y dolorosa limitación del movimiento.
Cuando examinamos las partes afectadas, encontramos que están duras al tacto y duelen al presionarlas. El consultante cuenta que nota mayor fricción dentro de la articulación, como si le faltara lubricación. En el caso de la cadera y la cintura, el dolor produce limitaciones del movimiento y una incapacidad paulatina para extender o levantar las piernas: ello deriva posteriormente en arrastrar los pies al andar y en un progresivo acortamiento de la pierna del lado afectado.
¿Qué otros síntomas pueden presentarse en la Artrosis?
La rigidez articular acompaña casi siempre a la artrosis. También el espasmo muscular es frecuente. Cuando hay dolor en una articulación, el organismo se defiende tratando de inmovilizar el área por medio de la contractura de los músculos que rodean la zona afectada, pero ello, en lugar de calmar el dolor, lo agrava cuando el consultante trata de ponerse en movimiento. Así, con el tiempo los enfermos se movilizan cada vez menos por el miedo a sufrir dolor, lo que va a provocarles, casi sin notarlo, deformaciones e invalidez progresiva.
¿Cómo se determina el tratamiento de la Artrosis?
Después de examinar al consultante con toda minuciosidad y de comprobar que padece artrosis, se le explican los beneficios que puede obtener con los tratamientos, al inicio en forma integral con medicación específica y control de los factores de riesgo, como ejercicio, control de peso, cuidados posturales.
Cuando éstos se han realizado, el siguiente paso consiste en enseñar a fortalecer la o las articulaciones afectadas y recuperar la función de todos los músculos que se han atrofiado por la disminución y falta de uso de las articulaciones afectadas.
Los tratamientos locales actúan con toda su energía, sin dañar la salud general del consultante, provocando un efectivo retraso en el avance de la enfermedad y franca mejoría del dolor, con una repercusión beneficiosa en el círculo emocional del consultante, que se veía a sí mismo como un futuro inválido.
La vida del consultante puede ser orientada para evitarle, en la medida de lo posible, el peso sobre sus articulaciones. Esto puede ampliarse hasta la concreción de lo que no debe comer para reducir la exceso de peso sobre la articulación.
¿Qué otra cosa alivia el dolor de la Artrosis?
Fundamentalmente, los tratamientos naturales, las aplicaciones de calor seco con bolsas de arena y de gel o esterilla eléctrica.
Después de la aplicación de estas formas de calor, se aconsejan masajes con una pomada o gel; de esta manera se complementa el excelente y prolongado beneficio logrado por el tratamiento, que previamente se le ha prescrito al consultante en las zonas afectadas.
Con frecuencia, el éxito en el alivio del dolor y en restituir y mantener la función de las partes con artrosis, será el resultado de la continua cooperación del consultante, quien deberá encontrar en el profesional de la salud un consejero y amigo preocupado por conseguir su bienestar.
¿En qué casos es necesaria la cirugía?
Hay dos indicaciones indiscutibles:
1-La pérdida casi total de capacidad para realizar las actividades de cada día, como sentarse y levantarse de una silla, por ejemplo.
2- Que el dolor sea tan constante y tan insoportable que el paciente ya no quiera o no pueda vivir con él.
Algunos remedios populares para la Artrosis
A continuación te presentamos varios remedios naturales o populares que se pueden hacer para tratar la artrosis de forma natural:
– Hervir 1 taza de agua en un cazo. Retirar del fuego y añadir 1 cucharada de ulmaria y 1 cucharadita de sauce. Cubrir el cazo y dejar reposar durante 5 minutos. Filtrar la infusión. Tomar 1 taza caliente por la mañana y otra por la noche.
– Hervir 1 taza de agua en un cazo. Retirar del fuego y colocar 1 taza de arcilla en polvo en un recipiente, verter el agua poco a poco y remover hasta obtener una pasta espesa. Aplicar la arcilla directamente sobre la zona dolorida y dejar actuar hasta que se haya enfriado por completo. Este remedio es muy eficaz para aliviar el dolor producido por la artrosis
– Poner sobre el área dolorida una hoja de colpreviamente calentada con una plancha. Aplicar este remedio al sentir dolor intenso.
– Sumergir el área afectada (codos, muñecas o dedos) en un recipiente que contenga agua caliente a 36 grados y conservar allí por 10 minutos. Luego, sumergir dicha zona nuevamente, pero en agua fría por 5 segundos). Repetir el ciclo un total de 3 veces.
– Tomar una infusión de cola de caballo. Para ello, tomar un manojo de la planta llamada cola de caballo y colocarla en un recipiente que contenga 1 taza de agua que se encuentre caliente (preferiblemente hirviendo). Tomar a diario una taza.
-Tomar un huevo de gallina limpio con cáscara e introducirlo en un vaso con zumo de limón. Dejar que se macere toda la noche para que el calcio de la cáscara se desprenda. Transcurrido ese tiempo, retirar el huevo, agitar bien el líquido del vas. Tomar 1 taza 2 a 3 veces por semana. Este remedio permite consumir el calcio que ayuda en caso de artrosis.
-Hervir 3 cucharadas de ortiga verde a fuego lento en media taza de durante tres minutos y. a continuación, dejar reposar durante tres horas. Colar y agregar un diente de ajo bien picado y una cucharadita de jugo de limón. Tomar medio vaso en ayunas.
– Llevar una patata pequeña en el bolsillo o tomar el caldo producido después de haber hervido las patatas.
– Hervir un puñado de fresno en una taza de agua durante 3 minutos. Retirar del fuego y dejar refrescar. Este remedio resulta ideal para aliviar la artrosis debido a que tiene una acción antiinflamatoria. Sin embargo, no debe ser tomado por personas que sufren de hipertensión o con problemas en el corazón.
-Hervir un puñado de cola de caballo y de raíz de malvavisco en un cuarto de litro de agua durante 5 minutos. Retirar del fuego, dejar refrescar y colar. Beber este cocimiento a lo largo del día.
Desgraciadamente no existe, hoy día, un tratamiento curativo para la artrosis.
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