Publicado: 14/03/2010 - Actualizado: 25/04/2017
Autor: Josep Masdeu
Comienza la primavera y renace la vida en la naturaleza.
El hígado, nuestro principal órgano de depuración, elimina muchas toxinas y tensiones guardadas durante el invierno y rebrotan las alergias, problemas de piel y vías respiratorias.
Pesa 1,5 kilos y realiza más de 500 funciones. Un hígado sano nos da vitalidad. Un hígado intoxicado nos da cansancio, mal descanso nocturno, trastornos de piel, vista y audición, respiratorios y alergias.
En el Tao, el término para el enfado es «Kan-Shaku» lo que significa «dolor de hígado». Un hígado inflamado (muy Yin) o muy contraído (muy Yang) crea irritabilidad, frustración y rabia.
Cómo tener un Hígado sano
Para tener el hígado en condiciones debemos evitar comer en exceso, aunque sean alimentos de buena calidad. Las harinas, grasas, fritos, azúcares, lácteos, el exceso de proteína animal, la ingestión excesiva de fármacos o complementos, causan un agotamiento hepático.
Cenar tarde impide que el hígado descanse y se regenere de noche.
La vida sedentaria, el estrés, la tensión, los conflictos familiares o laborales también afectan la función hepática.
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