Publicado: 11/09/2009 - Actualizado: 12/10/2017
Autor: Josep Masdeu
Todos alguna vez hemos notado en nuestro cuerpo cambios que nos llaman la atención y que a veces pueden resultarnos extraños y de difícil comprensión. Uñas débiles, quebradizas, con marcas o incluso de algún color distinto al normal, callosidades que aparecen sin una causa aparente, olores fuertes… Esto son señales que nos da el cuerpo; a veces son temporales y otras, pasan a ser tan permanentes que ni les hacemos caso. Por esto debemos prestar atención a dichas señales y, si aprendemos a interpretarlas, podremos saber más sobre nosotros mismos y nuestra salud, tanto física como anímica.
Seamos prudentes y conscientes de que no todas la señales que nos aparecen van ligadas necesariamente con algún trastorno, por leve que este sea. Así, unas uñas amarillentas pueden deberse a la nicotina del tabaco, pero también pueden ser señal de alguna deficiencia pulmonar o hepática.
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Síntomas o señales con las que el cuerpo nos avisa
Algunas de estas señales muchas veces son preventivas: nos avisan que algo no está en orden.
Así como los síntomas -dolor, fiebre, malestar-hacen que acudamos al médico, a las señales no les prestamos la misma atención y la consulta se deriva más hacia el peluquero o la perfumería. Esto hace que consideremos insignificantes a las señales.
Desde la Medicina Tradicional China, ya se utilizaban los cinco sentidos a conciencia para detectar cualquier trastorno. Hoy se usa mucho menos este método debido a las modernas técnicas de diagnóstico, pero quien es consciente de su importancia, aún valora y explora determinadas señales que pueden revelar la existencia de algunas enfermedades o trastornos que están por debajo de las capas visibles del cuerpo.
En cualquier parte del cuerpo pueden aparecer estas señales, pero destacan por su importancia la cabeza, la cual además del cerebro, alberga a cuatro de los cinco sentidos corporales, y también es vital el tronco que alberga los órganos vitales como el corazón, estómago, hígado o riñones entre otros.
Todas estas partes del cuerpo producen señales sutiles y que a veces pasan inadvertidas. Como ya he comentado antes, son avisos de posibles trastornos; también son importantes las cuatro extremidades. Algunas señales en ellas pueden ser determinadas pieles duras o callosidades, dedos torcidos, las uñas, várices…Por último, prestemos atención a la piel, que por su gran extensión y contacto directo con el cuerpo, presenta innumerables señales como lunares, arrugas, su color y textura.
Vuelvo a comentar que estas señales tienen algunas veces una importancia relativa, ya que también pueden detectar problemas nutricionales u hormonales, pero también pueden mostrar un cáncer.
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Generalidades de algunas partes del cuerpo
- El pelo: su aspecto natural, no el tratado en sesiones de peluquería, puede darnos mucha información vital que debemos considerar. A través de la calidad, cantidad y color podemos saber el grado de bienestar físico. Las personas rubias son las que más pelo tienen y las pelirrojas, las que menos. El pelo es el segundo tejido del cuerpo que más crece. La caída del pelo por sí misma no es una señal sintomática de algún peligro, pero si observas signos con otros trastornos capilares, deberías tenerlo en cuenta y consultarlo.
- Los ojos: son el segundo órgano más complejo del cuerpo. Desde la más remota antigüedad se los considera una poderosa fuente de maldad. De ahí surge la superstición del «mal de ojo«. Los ojos transmiten toda la gama de emociones humanas: amor, odio, alegría. Nos proporcionan muchas señales, por eso no es de extrañar que los profesionales de la salud, nos miren los ojos en un reconocimiento médico. La córnea es el único tejido vivo que no contiene vasos sanguíneos. Síntomas dolorosos oculares o cambios súbitos en la visión o persistentes destellos son motivo de consulta a un profesional de la salud.
- El Oído: su parte más importante es la formada por el oído interno, aunque su parte externa, la oreja, también es fundamental. El exceso de limpieza produce el efecto contrario al deseado, ya que se genera más cera. Las señales de tipo auditivo algunas veces son difíciles de notar, pero otras son muy evidentes, como zumbidos, oídos tapados, mareos. Al estar interrelacionados con los otros órganos sensoriales, suelen ser tratados por profesionales que también tratan la nariz y garganta.
- La Nariz: siempre ha sido una preocupación estética para la personas. Freud fue un defensor de la teoría de que la nariz representa los órganos sexuales. La nariz es importante, no solo por cómo se nos percibe, sino por nuestra propia percepción del mundo. Como el olfato y el gusto están relacionados, la nariz nos permite apreciar los sabores de nuestros platos preferidos, pero también olfatear el peligro significa que puede darnos pistas de los problemas que pueden generarse dentro de nosotros.
- La Boca: es la puerta de acceso para disfrutar de algunos placeres sensuales. Los dientes, aparte de masticar, limitan el espacio de la lengua y hacen que esté en su sitio. La lengua tiene la misión de mover los alimentos de un lado a otro para ser masticados, aparte de la función que tiene en el habla. Nos dice muchas cosas sobre lo que esta pasando en el interior de nuestro cuerpo. El sangrado o mal olor es motivo de consulta con el profesional.
- El Cuerpo: mirando, escuchando, palpando y oliendo podemos encontrar señales que nos indican si los órganos vitales funcionan adecuadamente. La postura que mantenemos, la forma del cuerpo, cómo nos movemos y caminamos, son indicadores de nuestro estado de salud. El exceso de peso, la clásica barriga abultada, es un factor de riesgo debido a los ácidos grasos que se forman en el hígado, entorpeciendo el normal funcionamiento de los órganos y del cuerpo en general. Los sistemas que regulan los órganos sexuales, digestivos, excretores y la temperatura de nuestro cuerpo nos dan señales que algunas veces llegan a ser embarazosas debido a olores, ruidos y percepciones visuales.
- La Piel: nos protege de nuestro entorno y establece una barrera frente a las infecciones. Ayuda a regular la temperatura del cuerpo y el adecuado equilibrio de fluidos y minerales. Además, posee el sentido del tacto. Muchas señales del cuerpo se manifiestan en la piel. Las uñas forman parte de la piel y su importancia de cara a la persona siempre ha sido más estética que relacionada con la salud, si bien estas reflejan costumbres en materia de alimentación e incluso pueden proporcionarnos tanta informacion como la tensión o el peso corporal. Deben ser causa de consulta al profesional síntomas que impliquen picor, hinchazón, sangrado, dolor o supuración. También debe tenerse en cuenta cualquier cambio en el tamaño, forma, textura o color de determinadas marcas.
Aunque estas descripciones son muy generales, hay toda una simbología y cuadro de señales muy extenso. La incorrecta utilización del mismo podría llevarnos a conclusiones erróneas y, a lo mejor, sin ser motivo de alarma podemos creer que son síntomas de enfermedades o trastornos graves. Solo debemos ser conscientes de que nuestro cuerpo nos avisa cuando algo nos pasa y debemos aprender a escucharlo y darle la respuesta a través de los profesionales para que actúen y nos orienten y así llevar una vida lo mas natural y sana posible. Consulta a tu Naturópata.
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