Publicado: 18/03/2014 - Actualizado: 10/08/2018
Autor: Josep Masdeu
Aunque la palabra colesterol está llena de connotaciones negativas relacionadas con una mala alimentación, problemas cardiovasculares y obesidad, en realidad es un elemento que necesita nuestro cuerpo. El llamado colesterol bueno tiene funciones necesarias para la vida, ya que es el precursor de la vitamina D y sintetiza diferentes hormonas.
Colesterol bueno: ¿Qué es el colesterol?
El colesterol es una grasa que interviene en muchos procesos fisiológicos, como el celular, digestivo y en la sintetización de hormonas, entre otros.
El hígado produce el colesterol que necesita nuestro cuerpo. A través de la alimentación, absorbemos más colesterol, este no siempre es malo para la salud, principalmente para el corazón.
Lo tenemos en nuestro cuerpo de varias formas. Las más conocidas, son el HDL o llamado «colesterol bueno» que nos protege de las enfermedades cardiovasculares y el LDL llamado «colesterol malo» que ayuda a que se formen las enfermedades vasculares y cardíacas.
Los niveles altos de colesterol en la sangre en algunos casos pueden deberse a la herencia y esto es debido a una afección hereditaria llamada hiperlidemia secundaria.
También una dieta poco sana, por el consumo exagerado de grasas de origen animal, un estilo de vida sedentario, el estrés y algunos factores genéticos provocan el colesterol alto.
El colesterol al ser una sustancia del propio cuerpo, se encuentra en los alimentos de origen animal y que no está en los de origen vegetal.
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Cómo bajar el Colesterol
La dieta es el mejor tratamiento para bajar y controlar los niveles de colesterol:
- Controlemos el peso con una dieta sana y equilibrada.
- Reduzcamos el consumo de grasas, principalmente las de origen animal.
- Comamos carnes magras y quitemos la grasa visible.
- Comamos más pescado, especialmente pescados azules y alimentos que contengan ácidos grasos omega-3.
- No abusemos de los huevos.
- Evitemos las comidas preparadas con muchos aditivos.
- Usemos, preferentemente, aceite de oliva.
- Evitar los productos de pastelería, bollería y helados.
- Consumamos más fibra y antioxidantes.
- Reduzcamos el consumo de alcohol.
- Moderemos el consumo de hidratos de carbono o azúcares.
El ejercicio físico es junto con la dieta y las plantas medicinales un aliado contra el colesterol.
Además es beneficioso para muchos factores de riesgo cardiovascular.
- Mejora la eficacia de la insulina haciendo que se normalicen más fácilmente los niveles de glucosa, ayudando a quemar grasa.
- Regula las grasas y aumenta el colesterol bueno y baja el colesterol malo actuando sobre los triglicéridos.
- Ayuda a regular la tensión arterial.
- Nuestro metabolismo se vuelve más activo con el ejercicio físico y ayuda a bajar de peso.
- Es una buena forma de alejar los efectos del estrés en nuestra salud. La relajación facilita un mejor equilibrio hormonal y eso ayuda a bajar el colesterol.
Lo que importante es ser constante y que sea una actividad que a la vez nos sea placentera y que tras practicarla nos haga sentirnos mejor.
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MAS EN BLOG DE NATUROPATíAOsteopatía para todos
La medicina trata el colesterol con medicamentos, pero estos tienen efectos secundarios como problemas digestivos, estreñimiento, malestar abdominal, gases, náuseas, vómitos y diarrea.Su uso continuado provoca la falta de vitaminas. También pueden causar un aumento de los triglicéridos o grasas en sangre. Algunos pueden saturar la bilis y facilitar la aparición de piedras en la vesícula y otras alteraciones hepáticas, aumentar la glucosa y el ácido úrico.
Nuestra dieta es por lo general alta en colesterol, grasas saturadas y proteínas animales. La dieta oriental que es pobre en colesterol tiene menos incidencias de piedras en la vesícula.
La obesidad empeora las enfermedades del corazón, el colesterol, la diabetes y reduce los años de vida. Es un factor de riesgo importante en personas que no llegan a los 50 años provocando más hipertensión, más insuficiencias cardiacas y más alteraciones cardiovasculares.
La obesidad moderada junto con otros factores de riesgo como la diabetes, la hipertensión y el aumento de grasa en sangre influye en estas enfermedades. Tienen obesidad el 65% de los hipertensos y el 85% de los diabéticos.
El ejercicio físico continuado baja el colesterol y la presión arterial. También mejora el estilo de vida y reduce las reincidencias y la mortalidad después de un infarto.
Las personas que tienen mucha tensión psíquica, ansiedad irritabilidad, hostilidad e inquietud por querer hacer más cosas en menos tiempo, tienen el colesterol y los triglicéridos altos.
Consumamos probióticos que ayudan el crecimiento de la flora microbiana en el intestino que ayuda a eliminar el colesterol.
Controlemos los azúcares refinados que tomamos, porque su exceso se convierte en grasa. Son casi tan importantes como el consumo de grasas animales y grasas industriales o hidrogenadas.
Descartemos la comida precocinada o preparada con productos de dudosa procedencia, evitemos los fritos.
Podemos tomar lecitina de soja en las comidas, porque disuelve la grasa y el colesterol. También es aconsejable el té verde, las manzanas y las cebollas, por los flavonoides que contienen y que actúan como antioxidantes del colesterol.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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