Publicado: 20/03/2011 - Actualizado: 01/03/2017
Autor: Josep Masdeu
El cáncer es un conjunto de enfermedades provocadas por el crecimiento incontrolado, la propagación y la dispersión de células enfermas. Su diagnóstico y tratamiento varían según el tipo y las condiciones de estas células, la dispersión del tumor y el estado de salud del paciente. El cáncer es tan antiguo como la vida en la tierra; se han hallado pruebas de tumores en los huesos de fósiles de animales prehistóricos y en algunas momias humanas. Su estudio y tratamiento datan de épocas antiguas; su nombre fue tomado de una anotación de Galeno, quien afirmó que el tumor de mama en etapa avanzada tiene la forma de un cangrejo.
Todos tenemos células cancerígenas en el cuerpo. Estas células no se detectan en los exámenes hasta que se han reproducido en cantidades importantes. Cuando después del tratamiento le dicen al paciente que ya no hay más células cancerígenas, esto solo significa que los análisis no las detectan porque no han llegado a un tamaño suficientemente grande como para ser vistas.
Aunque se han invertido millones en dinero para la investigación y la lucha contra el cáncer, la realidad es que todavía nos enfrentamos a un aumento progresivo en los tipos de cáncer conocidos.
La falta de defensas adecuadas facilita la aparición del cáncer, ya que el sistema inmunológico no puede impedir la oxidación, ni eliminar las células enfermas, evitando que se multipliquen y formen tumores.
A pesar de que la cirugía elimina los tumores, la radioterapia los destruye y la quimioterapia procura eliminarlos, aunque casi nunca lo logra en su totalidad. Hay un hecho muy triste y es que hay un altísimo porcentaje de reincidencias con metástasis en otros órganos, y entonces entramos en una espiral en que, por un lado se reducen algunos tumores, mientras que por otro surgen otros nuevos, porque el sistema inmunológico deficiente no puede impedir que aparezcan estos tumores.
La prevención debe tener prioridad sobre el tratamiento. Los factores ambientales contribuyen a más de la mitad del riesgo en los 10 cánceres más frecuentes.
La Naturopatía reduce los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida y contrarresta algunos factores genéticos.
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MAS EN BLOG DE NATUROPATíAOsteopatía para todos
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Causas del Cáncer
Para detectar el cáncer en sus inicios son necesarias pruebas de localización y diagnóstico.
Hay diferentes variables que favorecen y predisponen a una persona a contraer el cáncer:
Factores emocionales y espirituales.
Igual que los sueños, las enfermedades simbolizan mensajes, a través de los cuales nuestro Yo nos avisa y nos llama la atención para que nos demos cuenta de que tenemos que hacer cambios importantes en nuestras vidas. Hay enfermos que subconscientemente no quieren curarse, prefieren inspirar lástima, llamar la atención, inducir el amor de sus allegados, porque les resulta más fácil y más cómodo. Tenemos que comprender que para recuperar la salud, hemos de activar las capacidades autocurativas que tenemos dentro. Es muy importante que sea el propio paciente quien conozca el origen psicológico y emocional de sus enfermedades y de la necesidad de cambios radicales en su conducta y forma de vida. Sin esto cualquier recuperación es más difícil. En algunos casos la mejor manera de curar un cáncer es actuar sobre el problema psíquico y emocional. Después, una vez resuelto este conflicto, dejar que actúe la naturaleza.
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MAS EN BLOG DE NATUROPATíAApitoxina: un veneno natural que cura
Factores patológicos (virus, bacterias, parásitos y hongos).
No hace mucho que los investigadores han empezado a reconocer la incidencia de determinados virus en el origen de determinados cánceres. El Biomagnetismo demuestra que aplicando imanes de una determinada fuerza y polaridad en lugares específicos del cuerpo, se consigue destruir en poco tiempo virus, bacterias, hongos o parásitos, que son la causa de muchas de las enfermedades graves de las personas.
Otros factores tóxicos (diversos radicales libres) que refuerzan al factor patológico.
Como resultado de nuestro estilo de vida industrializado, concentramos en nuestro cuerpo muchas sustancias tóxicas que antes no se conocían. Es sabido el efecto cancerígeno del humo del tabaco, el aire está contaminado por partículas de los coches y las fábricas, la comida “preparada” está contaminada por colorantes, edulcorantes, pesticidas, transgénicos, etc.
Factores hereditarios.
De todos los factores éste es sobre el que tenemos menos posibilidades de actuar por el momento. Como dentro de los tratamientos alternativos tenemos diferentes formas para fortalecer la capacidad inmune, no debiéramos imputarle a esta condición genética la importancia que se le atribuye.
El importante papel del enfermo con Cáncer y sus decisiones
La curación empieza cuando el paciente asume con plena responsabilidad todas las implicaciones de su tratamiento, jugando un papel proactivo en la búsqueda de soluciones en lugar de conformarse con el papel de mártir que desvía la toma de decisiones hacia familiares y profesionales de la salud.
El cáncer se dispersa de tres formas:
* Por crecimiento local, comienza en un lugar determinado y poco a poco se extiende a otras partes.
* A través de la sangre
* A través de la linfa
La Naturopatía, para luchar contra las enfermedades, se vale solo de factores que ofrece la Naturaleza: aire, agua, masajes, ejercicio físico, descanso, magnetismo, plantas y alimentación. Este método sigue un conjunto de técnicas cuyo objetivo no es sólo prevenir la enfermedad, sino también favorecer la propia vitalidad del enfermo y sus funciones orgánicas, estimulando una desintoxicación completa y la revitalización del cuerpo.
En enfermedades como el cáncer, según la fase en que se encuentre, puede ser, si no curada, aliviada. Los Naturópatas no podemos trabajar solos, debemos hacerlo en colaboración con el médico, ayudando a potenciar los efectos del tratamiento, reforzando el estado general del paciente. Para esto, los Naturópatas utilizamos un tratamiento holístico que incluye al cuerpo entero y no sólo una parte del mismo.
El Naturópata debe ayudar a tranquilizar al paciente, lo que no quiere decir ocultarle la verdad.
La curación del cuerpo está relacionada con la curación del espíritu y es por eso que el profesional de la salud debe de ser también un consejero. Hay pues que estimular al paciente a que exprese cómo se siente, cuáles son sus miedos, etc.
Consejos para combatir el Cáncer
Desde nuestra profesión de Naturópatas podemos ayudar al paciente asesorando sobre la nutrición. Es fundamental y es necesario seguir unas pautas sobre qué dieta es más conveniente para cada paciente.
Debemos evitar por su factor de riesgo:
* Grasas: Consumirlas en exceso, sobre todo las saturadas (grasas animales, aceites hidrogenados).
* Proteínas: Consumir muchas proteínas animales puede producir cáncer, esto no significa que no debas comerlas, pero si limitar su consumo, sustituyendo esta proteína por otra de mejores orígenes como pescados, aves y soja.
* Carnes asadas: No asar la carne con carbón, porque la grasa que cae sobre él echa un humo con químicos que si lo coge la carne es cancerígeno. Evitemos alimentos muy cocidos, porque crean mutágenos, es mejor cocinar a temperaturas bajas.
* Carnes frías y embutidos: Evitarlos porque contienen nitritos, que son agentes cancerígenos.
* Oxidados: Cualquier alimento que contenga moho, contiene químicos de riesgo.
* Hormonas: Constantemente consumimos carne y productos lácteos de animales que reciben hormonas en su engorde y pesticidas en su alimento, así como vegetales a los que les añaden fertilizantes. Esto es malo entre otros motivos porque debilita el sistema inmunológico y daña las células. La alternativa son los productos orgánicos.
* Ciertos pescados: Evitar algunos como el pez espada, el tiburón y la caballa, porque absorben más los metales pesados como el plomo y el mercurio.
* Ahumados: Son promotores del cáncer los alimentos ahumados, encurtidos, salados.
* Alimentos procesados: Las comidas enlatadas, precocinados, etc., ya que contienen aditivos, grasas, conservantes y químicos. Acostumbrémonos a tomar mucha agua natural para que los riñones liberen ciertos productos “extraños” que el cuerpo absorbe con ciertos alimentos.
* Azúcar refinado: Sólo consumirlo de vez en cuando; lo mejor es comerla en forma de fruta. Los jugos de frutas naturales previenen el cáncer igual que las frutas enteras, pero no deben contener ningún aditivo ni azúcar.
* Carbohidratos simples: Evitar harinas blancas refinadas y consumir harinas integrales.
* Alcohol: Su consumo excesivo se ha ligado al riesgo de cáncer. Se considera excesiva una cantidad superior a dos bebidas alcohólicas por día.
Algunos de los alimentos, que debemos consumir de forma regular, no solo para prevenir el cáncer, sino para mantenernos sanos, son:
* Aceite de Oliva: La grasa monoinsaturada protege del cáncer colon. Al actuar sobre los ácidos biliares, el aceite de oliva disminuye el riesgo de evolución de la mucosa digestiva. Además de mejorar la circulación y oxigenación de todos los tejidos, es un excelente protector de nuestras arterias. Ayuda a reducir el colesterol malo, reduce la presión arterial y ayuda a regular el azúcar sanguíneo. Es un potente antioxidante.
* Agua: Ayuda a limpiar nuestro cuerpo, nos desintoxica, nos depura y nos purifica. Si no tomamos suficiente agua, podremos tener estreñimiento, acumular toxinas en la sangre, el metabolismo puede sufrir trastornos, deshidratación.
* Ajo y cebolla: Contienen alicina, un compuesto rico en azufre que actúa como depurador del hígado, eliminando las sustancias tóxicas que se acumulan en la sangre y tejidos. Además, el ajo se une a las toxinas, neutralizando sus efectos en las células.
* Algas: Son depurativas, ricas en minerales y vitaminas y contienen fibra. Algunos especialistas las recomiendan para ayudar a eliminar los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia por sus efectos reforzadores del sistema inmunológico.
* Arroz integral: Es una semilla que contiene inhibidores de la proteasa, que retrasa la aparición del cáncer. En el salvado de arroz hay sustancias anticancerígenas que protegen del cáncer del colon, de mama y de próstata.
* Berenjena: Como otros vegetales de color violeta, contiene sustancias anticancerígenas que protegen a las células de las mutaciones que provoca el cáncer.
* Cítricos: Por su riqueza en vitamina C, son antioxidantes y estimulantes de las células de defensa. Contienen flavonoides, protectores de los capilares sanguíneos que mantienen las membranas permeables y oxigenadas.
* Coles, brócoli, repollo, coliflor, berros y rábano no deberían faltar en la dieta habitual; son un combinado antitumoral, refuerzan las defensas, eliminan los radicales libres y protegen las células.
* Fresas: Son importantes por sus efectos depurativos. Ayudan a limpiar el organismo de toxinas, contienen fibra, minerales y vitaminas.
* Moras, arándanos y grosellas son ricas en antocianina que tiene un gran efecto antioxidante, y en vitaminas A y C, minerales, pectina y ácidos vegetales.
* Nueces, avellanas, almendras y pipas de girasol son ricas en vitaminas B y E y minerales como el magnesio, manganeso, selenio y zinc. Con poca cantidad tenemos un buen aporte de antioxidantes.
* Lentejas, garbanzos, guisantes y judías: las legumbres son muy ricas en fibra, así como inhibidoras de peptidasas, que previenen contra los tumores de mama y colon principalmente.
* Manzana: Contiene ácidos que bloquean la aparición de cáncer. Al tener pectina, la fibra también actúa favoreciendo la eliminación de toxinas a través de las heces.
* Melón: Rico en betacarotenos, antioxidantes y contiene muy pocas calorías para mantener a raya los tumores relacionados con la obesidad.
* Miel: Tiene propiedades antisépticas, por lo que es útil para evitar las infecciones asociadas al descenso de la inmunidad que conlleva el tratamiento con quimioterapia.
* Pescado: Contienen ácidos grasos Omega 3, además de ser beneficiosos para el corazón y las arterias, también se utilizan para mejorar el estado de las personas con cáncer.
*Pimientos: Su color amarillo, rojo y verde es la señal de su riqueza en betacarotenos y vitamina C, los dos antioxidantes y protectores de las mucosas.
*Remolacha roja: Su color morado contiene un potente regenerador celular, las betaínas.
*Maitake, shiitake y reishi (setas chinas) son utilizadas en la Medicina Tradicional China para reforzar el sistema inmune. Sus compuestos estimulan la fabricación de sustancias anticancerígenas.
* Soja: Al parecer la dieta rica en soja y sus derivados como el tofú, tempeh, miso o seitan, contienen genisteína, inhibidores de las proteasas e isoflavonas, protectores del cáncer de mama.
*Té verde: Es un poderoso antioxidante y es protector contra las radiaciones ambientales.
*Tomate: Contiene caroteno, que le da el color rojo y es protector del cáncer de próstata. También contiene otras sustancias en la piel y en las pepitas que tienen efectos anticancerígenos.
*Uva: Con piel y pepitas contienen antioxidantes que bloquean los agentes cancerígenos y el crecimiento de los tumores.
*Yogurt: Las bacterias beneficiosas que contiene regeneran la flora intestinal y evitan la aparición de productos tóxicos en la digestión. Muy útil para prevenir el cáncer de colon, pero se recomienda para todo tipo de tumores.
*Zanahoria: Rica en betacarotenos, potente antioxidante. Es protectora de los fumadores por su capacidad para regenerar las células del epitelio respiratorio.
Otras recomendaciones y tratamientos alternativos para luchar contra el Cáncer
-Evitar en el contacto con productos químicos (cosméticos, ropas sintéticas, pintura, pesticidas, etc.)
-Cuidar al máximo el estado emocional y cuidar conflictos con la familia, duelos no superados, traumas, fobias, etc.
-Si la persona es religiosa hemos de apoyarla y ayudarla en sus creencias para que se sienta más alentada.
-Comprobar si la persona ha estado o está en contacto con productos potencialmente cancerígenos (trabajadores en el sector del amianto, plomo, etc.)
-Orientarla en actividades que mejoren su estado físico y emocional (caminar, bailar, excursiones, escribir, etc.)
Los tratamientos “alternativos” como la acupuntura, el masaje, la homeopatía, la naturopatía y el reiki son tratamientos que ayudan mucho a los pacientes a mejorar su calidad de vida.
El cuerpo humano ha degenerado mucho en las 3 o 4 últimas generaciones de esta sociedad industrializada, invadida por aditivos y fármacos. Esto lleva a las personas cada vez más a escoger entre el modo de vida actual y uno más natural para recuperar la salud. Los métodos Naturopáticos serán cada vez más conocidos y reconocidos por los Organismos oficiales y por las autoridades sanitarias.
Una vez finalizado el tratamiento, todavía se tiene que luchar con las secuelas que afectan el cuerpo.
Requiere tiempo superar los efectos del tratamiento del cáncer; este tiempo es diferente para cada persona.
Algunos de los efectos más comunes que quedan son:
-Fatiga, Dolor, Linfedema, o hinchazón, problemas en la boca o los dientes; problemas con el peso y la alimentación, pérdida de control de la vejiga o el intestino, síntomas de menopausia, cambios en su vida sexual…
Personas con cáncer y después del tratamiento han comprobado que hacer unos ejercicios de relajación profunda les ayuda a calmar el dolor y a reducir el estrés.
La calidad de vida se ha convertido en un indicador de la evolución del estado de salud de los pacientes, no sólo para prolongar la vida, sino también para aliviar los síntomas y mantener el funcionamiento vital. Esta posición-que se puede denominar humanista- es cada vez más utilizada y aceptada, en oposición a la llamada positivista, que fundamenta con preferencia la buena práctica clínica con resultados cuantitativos aportados por estudios o cifras estadísticas. La calidad de vida refleja la manera en que las personas experimentan su bienestar mental y físico.
Por último expongo una receta que me han hecho llegar; los productos son naturales 100% y los resultados, según quienes la promocionan, son buenos. Particularmente no conozco ningún resultado sobre este tratamiento.
La cura de Fray Romano
- Medio (1/2) kilo de miel pura de abejas.
- Dos (2) hojas grandes o tres (3) pequeñas de Sábila o Aloe Vera.
- Tres (3) cucharadas de coñac, whisky, tequila o aguardiente (esto se usa como vaso dilatador).
- Se limpian y se sacan las espinas a la hoja de Sábila o Aloe Vera, se cortan en pequeños trozos, se bate hasta que quede una pasta viscosa.
- Se puede dejar fuera de la nevera o ponerse en el refrigerador, al gusto de cada uno. No debe quitarse la piel a la Sábila o Aloe Vera, ni colar la pasta resultante.
- Se debe tomarse una cucharada grande, tres veces por día, 15 minutos antes de cada comida.
Esto debe hacerse 10 días seguidos.
Los malos hábitos de alimentación y vida, como la comida rápida y el sedentarismo, crean un cuerpo acidificado, un estrés metabólico que deprime el sistema inmunológico y la fuerza que sustenta la vida, perjudicando diariamente la salud, la vitalidad y los proyectos evolutivos de transformación y curas.
Por este motivo pido a todos que cuidéis de vuestra salud integral de forma sabia, a diario y preventivamente. No se trata de estar pendientes de la salud para evitar enfermedades, sino por la sabiduría, por la superación de la vida, por la evolución.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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