Publicado: 28/03/2016 - Actualizado: 19/08/2017
Autor: Josep Masdeu
Las bacterias y virus son unos bichitos tan tan pequeños, tan diminutos, que necesitamos un microscopio para poder verlos. Por eso los llamamos microorganismos. Vivimos metidos en un mundo lleno de bacterias y virus con los que interactuamos en nuestro día a día y que pueden provocarnos algunas enfermedades. Hay diferencias entre bacterias y virus, son seres diferentes. Pero tanto los unos como los otros pueden atacar nuestra salud.
La Bacterias
Las bacterias son organismos vivos como las plantas y los animales. Son muy pequeñas y son cuerpos unicelulares sin membrana nuclear. No todas las bacterias causan enfermedades Algunas bacterias viven en la piel, boca e intestino, e intervienen en la digestión y regulando otros seros dañinos para nuestro cuerpo. Son cuerpos que pueden tener diferentes formas y según esta cogen el nombre, así, “Coco” tienen forma esférica, “Bacilo” tienen forma de barra, “Espirilo” tienen forma de espiral, etc.
Las enfermedades provocadas por bacterias se tratan en medicina convencional con antibióticos. Algunas enfermedades de origen bacteriano, son, el cólera, tuberculosis, salmonela, difteria, tétanos, colitis, lepra, gangrena, algunas fiebres y más.
Los antibióticos, como la penicilina, atacan las bacterias, y aunque han sido muy útiles para combatirlas, su uso excesivo ha generado bacterias resistentes a los antibióticos y el desarrollo de la cándida, hongos y levaduras, además de debilita el sistema inmunitario, facilitando la aparición de alergias y dañar el hígado y los riñones.
El daño que pueden hacer las bacterias depende de la variedad a que pertenecen y también del estado de la persona afectada. Las bacterias obtienen su fuerza a través de las personas o animales, los azúcares, las proteínas y las grasas. Se transmiten por contacto directo con alguien infectado, a través del agua o de alimentos contaminados.
Las bacterias prefieren las temperaturas suaves, aunque algunas pueden vivir en el frío y sobrevivir en el frigorífico y otras necesitan del calor para reproducirse. Pero lo más normal es que con el calor mueran, el frío las inhibe y la temperatura media favorezca su desarrollo. Para evitar su propagación lo mejor es combatirlas con altas temperatura o frío.
Las bacterias en número son muy superiores a las células de nuestro cuerpo, se cree que hay unas 10 veces más. Donde más ocupan es en la piel y los dientes, en las mucosas de la garganta, del intestino y la vagina. También están en alimentos en descomposición o en mal estado, y pueden producir diferentes reacciones en nuestro cuerpo.
Algunas intervienen en la descomposición de los alimentos en el intestino, si bien estas bacterias solo causan enfermedades si las membranas mucosas están dañadas. Las bacterias se dividen en cuatro grupos en función de la temperatura en que pueden vivir y reproducirse y viven en comunidad, casi nunca están solas.
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Otras bacterias intervienen en procesos especializados para la elaboración de embutidos, quesos, adobos y salazones. Algunas actúan en la descomposición de nuestros deshechos y también las hay que ayudan a disminuir la contaminación ambiental. Algunos alimentos fermentados contienen bacterias vivas, como el yogur, que contiene Lactobacilos y Estreptococos.
Los Virus
Los virus, científicamente no son células, y no se los considera seres vivos, son trozos de material genético que viven en un medio graso, sin vida propia, y ejercen como parásitos de las células infectadas a las que utilizan para moverse y reproducirse. Son dañinos para nuestra salud, y se transmiten por el aire o por contacto con personas u objetos contaminados. Los virus entran en las células, se alimentan de ellas y no pueden moverse por sí solos.
Cuando las células se mueren, las nuevas formas del virus son liberadas y contagian otras células.
Los virus actuales no son más fuertes o resistentes que los de antes, el problema son nuestras defensas que se han debilitado. Aunque se destinan muchos recursos a la investigación, los resultados conseguidos para la prevención y curación de las enfermedades que ocasionan no son tan buenos como querrían, aunque continúan los trabajos en este campo para mejorarlos. Si el sistema inmunológico está sano, genera anticuerpos que impiden la reproducción de los virus y frenan el avance de la infección.
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Las vacunas con las que se previenen algunas enfermedades, son virus debilitados que estimulan las defensas del cuerpo para luchar contra las infecciones de virus naturales.
La naturaleza, procura crear seres vivos más fuertes, para ello utiliza los virus para eliminar a seres vivos, como bacterias, plantas, animales o personas, cuyas defensas estén débiles.
Algunas enfermedades causadas por virus:
El resfriado común, la gripe, la fiebre del dengue, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), la hepatitis, el herpes, la rabia, la polio, la viruela, actualmente erradicada gracias a las vacunas, las paperas, la fiebre amarilla, el sarampión o rubéola, las verrugas.
Tratamientos preventivos naturales para bacterias y virus
LA HIGIENE más común se basa en lavarnos bien las manos y donde manipulamos y preparamos los alimentos, su cocción y hervir el agua que vamos a utilizar si no ofrece las suficientes garantías sanitarias.
El agua y el jabón disuelven y descomponen las partículas de suciedad para eliminarlas, mientras que las altas temperaturas de cocinar y hervir matan a los organismos nocivos que no se pueden eliminar con el lavado.
Una alternativa para el tratamiento de estas enfermedades es utilizar los recursos que la naturaleza nos ofrece. Los antibióticos naturales no irritan ni alteran artificialmente nuestro cuerpo, y lo ayudan a equilibrarse, y a curarse siguiendo sus procesos establecidos. Tampoco tienen efectos secundarios y refuerzan nuestras defensas.
Entre ellos hay, el ajo, la cebolla, el limón, la equinácea, y el jengibre, la miel como más conocidos, aunque hay muchos más. También sirven las infusiones, gárgaras o inhalaciones a base de hierbas.
JOSEP MASDEU BRUFAL
Naturópata
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